jueves, 7 de julio de 2011

INTRODUCCIÓN A LO FANTÁSTICO
Escribe Carlos Sforza*
En varias oportunidades me he referido a lo fantástico en literatura. Acabo de leer un libro escrito por el profesor de literatura comparada en la universidad de Bologna, Remo Cesarini que precisamente lo ha titulado LO FANTÁSTICO (La Balsa de la Medusa, Madrid, 1999, 216 pp.)
Se trata de un trabajo de investigación, que el autor llama Introducción al tema, que considero de un gran valor como aporte al estudio precisamente de lo fantástico.
Advierte el autor que fue Tzvetan Todorov quien tuvo “el mérito de lanzar e imponer a la atención de los estudiosos de todo el mundo toda una zona literaria de la modernidad, la de la literatura fantástica” (p.11).
Cesarini analiza el tema apoyado por una extensa y variada bibliografía, desde los comienzos de la literatura fantástica, recalando en forma especial en los finales del siglo XVIII y los siglos XIX y XX, Sostiene que los estudios de los últimos dos siglos han logrado recuperar toda una tradición literaria.. En los tiempos en que publicó este estudio, Cesarini sostiene que se habían perfilado en la crítica dos tendencias contrapuestas en el análisis de lo fantástico como literario concreto. Una tendencia reduce el campo de la acción de lo fantástico y lo “identifica únicamente con un género literario” limitándolo a algunos escritores del siglo XIX. La otra tendencia, a la que adscribe el autor, tiende a ensanchar “el campo de acción de lo fantástico” y así se extiende a muchas otras manifestaciones literarias que llegan hasta nuestros días (p.13).
En el libro, según lo dice expresamente el autor, se refiere preferentemente “antes que a un género, a un modo literario”. En el primer capítulo, examina lúcidamente las experiencias fantásticas y perturbadoras, con el análisis de El hombre de arena de Hoffmann y los aportes de Freud, Prawer, Sasso y otros. También lo ilustra con el análisis de narraciones de Gautier, Mérimée y Poe.
El capítulo segundo lo dedica a mostrar y analizar los intentos de definición de lo fantástico partiendo, claro de la elaborada en 1970 por Todorov. Asimismo lo hace con definiciones de Pierre-George Castex, de Roger Caillois y otros estudiosos, críticos y escritores. Reconoce, por supuesto, el aporte invalorable de Todorov al tema. Es importante, en este libro, el análisis que hace el autor de otros estudios para una definición de lo fantástico que hacen ensayistas posteriores a la definición de 1970. Incluso pone en su lugar las objeciones que algunos críticos han hecho a la definición de Todorov. Tal el caso de Lucio Lugniani; también la postura de Rosemary Jackson con una interpretación de lo fantástico que es al mismo tiempo psicoanalítica y sociológica.
Por supuesto que en todos los aportes que trae en el libro el autor, se analizan diversos cuentos, narraciones, relatos de autores que podríamos colocar con certeza en el canon literario de lo fantástico.
En los otros capítulos, con solvencia y citas textuales de trabajos de literatura fantástica Remo Cesarini nos introduce en los procedimientos formales y sistemas temáticos de lo fantástico. Para ello hace una enumeración, con su pertinente aclaración explicativa, de cada procedimiento narrativo y retórico y de los sistemas temáticos recurrentes en toda la literatura fantástica.
Al abordar las raíces históricas de lo fantástico, el autor comienza con una definición de lo gótico, conforme Fred Botting, que significa “escritura del exceso. Lo gótico hace su aparición en la horrible oscuridad que obsesionó a la racionalidad y a la modernidad dieciochescas” (p.130). Afirma que en Europa se reunieron las diversas manifestaciones de lo gótico, pero señala que donde prácticamente nace la literatura fantástica es en la Alemania de finales del siglo XVIII y del primer romanticismo.
El último capítulo lo dedica Cesarini a analizar el encuentro de lo fantástico con el esteticismo de finales del siglo XIX y con el surrealismo del XX. Regresa a Gautier, a Maupassant y otros. Y ya en pleno siglo XX entra a analizar lo fantástico en Julio Cortázar con numerosas citas de relatos y declaraciones del autor de Rayuela. Afirma que Cortázar emplea en parte procedimientos “diferentes de los que sería lo fantástico decimonónico (…) El procedimiento dominante es el de la busca de lo absurdo lógico” (p.177).Concluye con Antonio Tabucchi de quien analiza El fantasma de los sábados, con un estudio profundo y que, pienso, cala hondo en el relato del italiano.
LO FANTÁSTICO de Remo Cesarini es, creo, uno de los valiosos aportes a la elucidación y mejor conocimiento de lo que significa y, fundamentalmente, es lo fantástico en literatura.

1 comentario:

  1. Qué gran tema el de lo Fantástico, la fantasía nos sostiene y nos da identidad como humanos. Nosotros la vivimos plenamente gracias a ustedes, los creadores.
    Es aceptada en niños y locos y criticada en adultos y cuerdos, que gran contradicción.
    Por suerte para nuestro respiro existencial, están los artistas que nos ayudan a resignificar nuestra propia fantasía.
    Gracias nuevamente querido Conde por su nota y por su aporte incansable a lo Fantástico.

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