UN PAPA ARGENTINO
Escribe Carlos Sforza*
El 13 de marzo se cumplió un año de la elección de Jorge
Bergoglio como papa en reemplazo del renunciante Benedicto XVI. El ex arzobispo
de Buenos Aires, elegido a ocupar la
Cátedra de Pedro sorprendió a muchos puesto que si bien
estaba en la lista de los elegibles, pocos creían en que el argentino accediera
a dirigir la iglesia universal. Personalmente yo tenía cierto olfato que podría
ser él el elegido. ¿Por qué? Olfato, nomás. En el Cónclave anterior, cuando fue
elegido Ratzinger, el arzobispo Bergoglio obtuvo un muy buen porcentaje de
votos. Y ahora, hace un año, ratificó esa elección y fue ungido papa. Era un
hombre que iba a Roma desde “el fin del mundo”. Desde una Argentina lejana y,
además, era un sacerdote que había salido de la orden creada por San Ignacio de
Loyola. En una palabra accedía al papado un hombre que no pertenecía a Europa y
por primera vez un sudamericano, un argentino, y un jesuita.
A raíz del primer aniversario de la elección del papa
Francisco, la sección ENFOQUES del diario “La Nación , del domingo 9 de marzo dedicó una entrega
especial dedicada a recordar el acontecimiento con la colaboración de numerosas
e importantes firmas.
Una de las notas se titula “Francisco, el rostro sonriente en
la selfie de Dios” firmada por Diego Sehinkman. Y me pareció interesante su
lectura y, advertir algo que para muchos puede resultar novedoso. Es cuando el
autor de la nota habla del día en que el nuevo papa se presenta como alguien
que “alunizó en el Vaticano de sorpresa, calladito”. Y se pregunta el
articulista: “¿Era cierta esa imagen? ¿Un argentino allá arriba?” A renglón
seguido agrega: “Sí. Hay un papa de Flores. Ni
el más imaginativo de los cuentos de
Dolina lo había aventurado” (la
cursiva es mía).
Y a este punto, el de la cursiva, quiero referirme puesto que
hay un libro, una novela que habla de un papa argentino. No sé si el autor de
la nota la conoce o no. Pero me llama la atención que diga que “ni el más
imaginativo de los cuentos de Dolina…” Porque si desconoce la literatura
argentina, es cuestión del articulista. Pero para hacer una afirmación así, hay
que estar seguro. Salvo que solamente se refiera a la obra de Dolina y no sepa
de otros autores.
Porque tengo que decirlo, el ex jesuita, P. Leonardo
Castellani escribió una novela donde uno de los protagonistas principales es un
papa argentino. Alguien sacó, no hace tanto, una nota recordando ese libro y
esa circunstancia del papa argentino. Se trata de la novela: “Juan XXIII (XXIV)
Una Fantasía”. El autor es, como queda dicho, Leonardo Castellani quien firma
el mismo con su conocido seudónimo Jerónimo del Rey. Fue editado por Ediciones
Theoría en 1964. Y allí aparece la denominada “Tercera Vida de Don Pío D.
Ducadelia” el argentino que fue elegido papa.
Como podemos ver, ya un ex jesuita, sacerdote reivindicado
por Juan XXIII, escribió una novela sobre un papa nacido en estos lares. Tal
vez el autor de la nota de “Enfoques” no conoce el libro.
O quizá quiso referirse solamente a la imaginación de Dolina.
Pero lo cierto es que mucho antes, un escritor argentino escribió sobre otro
hombre nacido en estas tierras (en una novela que es ficción) que llegó a ser
Papa en momentos del mundo muy difíciles.
La novela de Jerónimo del Rey (Castellani) se considera una
continuación de su anterior “Su Majestad Dulcinea” (Ediciones Cintra, 1956). En
la novela del Papa, el autor lo hace renunciar al papado. Y dice en el libro,
al transcribir su renuncia: “Siguiendo el ejemplo de nuestro antecesor, el
eremita Celestino II… estoy perfectamente seguro acerca de mi decisión, acepté
el Pontificado por mandato de mi confesor y lo depongo por mandato divino…” Por
supuesto, como el mismo autor lo dice, se trata de una “fantasía”, una ficción.
Pero el papa es un sudamericano que sucede al recordado Juan XXIII:
Es este un reconocimiento a quien ha sido uno de los grandes
escritores argentinos y de quien me jacto de haber sido su amigo: Leonardo
Castellani.