miércoles, 30 de junio de 2010

SHERLOCK HOLMES Y EL RELATO POLICIAL
Escribe Carlos Sforza*
El relato policial
Hay una discusión, que lleva muchos años, sobre la calidad literaria del relato policial. Escritores como Jorge Luis Borges lo defienden y sostiene que “Edgar Allan Poe fue inventor del cuento policial”. Por su parte Ernesto Sábato considera que casi toda la literatura policial es mala.
Quienes de adolescentes y jóvenes hemos abrevado en la novela policial, sabemos que hay, como en toda literatura, obras buenas y obras malas. Buenas y malas en cuanto a la calidad artística de las mismas.
Es indudable que con Poe nace un género de relato policial que muestra al razonador privado que devela misteriosos crímenes. Tal el caso del caballero Auguste Dupin que inaugura en la pluma de Poe, el relato policial. Lo vemos en “Los crímenes de la calle Morgue”, en “La carta robada”, en “El misterio de Marie Roget”. Frente a una biblioteca, apoltronado en un sofá, fumando tranquilamente, Dupin usa el razonamiento para descubrir diversos crímenes. La influencia de Poe en los posteriores escritores de novelas y relatos policiales, ha sido evidente. Y uno de ellos es, sin dudas, Arthur Conan Doyle con su personaje, el detective privado, Sherlock Holmes.
El creador de Holmes
Arthur Conan Doyle nació el 22 de mayo de 1859 en Edimburgo (Escocia) y falleció el 7 de julio de 1930 en Crowborough, Sussex (Inglaterra). Es decir que en este 2010 se cumplen 80 años de su muerte.
Estudió con los jesuitas y luego ingresó en la Universidad graduándose de médico. Ejerció su profesión en la guerra contra los Boers, en su patria y luego, cuando comenzó a triunfar como escritor, abandonó la profesión y se dedicó de lleno a la literatura.
Su nombradía comenzó a cimentarse con los relatos policiales, donde hace entrar en escena a Sherlock Holmes, el investigador, y a su ayudante, el para muchos torpe pero noble Dr. Watson. Hay quienes sostienen que, como muchos otros escritores, Conan Doyle tomó como ejemplo del dúo protagónico de sus relatos, a Don Quijote y Sancho Panza.
Sherlock Holmes dio fama al autor hasta el punto de llegar a anularlo. Muchos hablaban en su tiempo del detective como un ser real y suponían que las anotaciones del Dr. Watson eran aprovechadas por Conan Doyle para dar a conocer las andanzas de Holmes.
Arthur Conan Doyle no sólo escribió los muchos relatos de Holmes, sino que publicó novelas de anticipación o ciencia ficción con un personaje central, el Profesor G. E. Challenger, saga que se inicia con “El mundo perdido”. Asimismo cultivó la historia y también escribió varios libros sobre la materia. Y como en los finales de su vida, se había convertido al espiritismo, publicó algunas obras sobre el mismo.
Sherlock Holmes
Aparece el célebre detective en “Estudio en escarlata” publicado en 1887. De allí en más, las aventuras del investigador, habitante de la legendaria casa de Baker Street, fueron apareciendo en la revista Strand Magazine. Sus obras más conocidas son “El signo de los cuatro”, “El sabueso de los Baskerville”, “Las aventuras de Sherlock Holmes”, “Las memorias de Sherlock Holmes”, y sigue la larga lista.
El detective creado por Conan Doyle era un razonador y a la vez, hombre de acción. Que seguía las huellas, los rastros, que con su observación sagaz descubría por un mínimo detalle el lugar de origen de una persona que estaba frente a él. Asimismo su figura era muy especial. Su afición al tabaco fumado en pipas de distintas formas y materiales, las tazas de té, la cocaína por la que recibía las quejas de Watson, el violín, y el ama de llaves siempre atenta y fiel, marcan el escenario donde residía el casi misógino personaje.
Llegó un tiempo en que el autor quiso desembarazarse del personaje, y en una lucha con su enemigo de siempre, el Profesor Moriarty sobre un puente, ambos caen al abismo y mueren. Pero los lectores no aceptaron la muerte del que para ellos era un héroe de carne y huesos. Y fueron tantos los reclamos, las cartas y hasta los insultos, que Conan Doyle no tuvo otro camino que “resucitar” a Holmes. Todos los que hemos leído los relatos, conocemos cómo se salva el detective, prendiéndose de un arbusto en una saliente del barranco y reaparece en “La aventura de la casa vacía”.
Sin dudas, el personaje sobrepasó al autor y quedó ahí, donde el imaginario popular lo había colocado. Y tanto es así que hoy, en Londres, existe un museo con los que debieron haber sido los atuendos, las pipas, el violín de Sherlock Holmes reconstruidos por sus fanáticos seguidores.
Yo que he sido un lector y seguidor de Sherlock Holmes y que he visto las películas con sus aventuras, desde las casi iniciales donde personificaba al detective el inolvidable Basil Rathbone hasta las posteriores, al cumplirse 80 años de la muerte de su creador, sir Arthur Conan Doyle, he querido recordarlo como un homenaje a quien, a través de su literatura policial me brindó, como a muchos, momentos de verdadero gozo.

1 comentario:

  1. Es bueno recordar a los grandes escritores de la historia, que en las diferentes etapas de nuestra vida nos han acompañado. Es bueno también recordar que una de las funciones de la narrativa es el buen entretenimiento. Considero que los autores a los que se hacen referencia en la nota son claros ejemplos de esto.
    Celebro su recuerdo y deseo que, apesar de los años que han pasado desde su aparición, sigan circulando entre nosotros.

    ResponderEliminar