domingo, 14 de abril de 2013


VALIOSA PUBLICACIÓN*
Escribe Carlos Sforza*
Desde que el papa Benedicto XVI renunció al cetro petrino, en un gesto que la Iglesia Católica no había experimentado desde hacía 600 años, los medios de comunicación mundiales y los católicos e integrantes de otras iglesias y agnósticos se preguntaban sobre quién sería elegido por el Cónclave que fue convocado de inmediato.
Como en todas las circunstancias en las que la gente mira a lo alto, en el Vaticano, a la espera de la famosa fumata blanca, se barajaban diversos papables. Cosa que siempre ha sucedido y que en la mayoría de los casos ha descolocado a los pronosticadores porque se ha elegido al que menos se pensaba.
El diario porteño “La Nación” hizo una cobertura excelente sobre todo lo que sucedió en el Vaticano desde la renuncia de Benedicto papa emérito hasta que asumió formalmente el cardenal argentino Jorge Mario Bergoglio como el papa 226º de la historia. Y esa cubierta periodística no fue en vano. El elegido es el primer papa latinoamericano, el primer papa jesuita y, claro, el primer papa argentino.
REVISTA LIBRO
Con muy buen criterio, el diario porteño mencionado publicó lo que podemos considerar una revista libro sobre todo lo acontecido en esos días memorables del nombramiento del nuevo papa que tomó por nombre Francisco en una clara actitud vital que él mismo explicó, pues se refiere a San Francisco de Asís. Se trata de “FRANCISCO El papa que llegó desde el fin del mundo” (La Nación, Buenos Aires, marzo de 2013, 162 páginas).
Ha sido una excelente idea esta recopilación de “Crónicas e imágenes de una semana que cambió la historia”. Porque este nuevo papa, precisamente llegó desde el fin del mundo, casi inesperadamente en este Cónclave que duró muy poco tiempo, y sorprendió a la mayoría de los que esperaban ver la fumata blanca y saber quién era el elegido. Y cuando se dice que llegó desde el fin del mundo, se dice bien. Precisamente cuando fue elegido papa Karol Wojtyla que tomó el nombre de Juan Pablo II, Francisco H. Orellano publicó un libro que tituló “El papa que vino de lejos”. Venía de Polonia y  todo un revuelo su elección y también fue todo un revuelo su papado. Se rompía en cierta forma la tradición de los papas italianos por un cardenal que llegaba desde un país comunista.
Hoy se ha roto más esa tradición porque el papa del fin del mundo es latinoamericano, nacido en el barrio de Flores, en Buenos Aires,
Yendo a la publicación que ha hecho La Nación, debo decir que es valiosa porque recopila día por día del jueves 14 al miércoles 20 de marzo, las crónicas y comentarios que el diario dedicó a uno de los más grandes acontecimientos de la historia mundial de lo que va del siglo XXI. Excelentes periodistas se han ocupado en reportar lo que sucedía en el Vaticano, entre los fieles que esperaban en la Plaza de San Pedro, y de los que en nuestro país y en otras partes del mundo, también estaban expectantes. La corresponsal del diario en Roma, Elisabetta Piqué diariamente nos nutria con sus crónicas. Asimismo la enviada especial Luisa Corradini. Como desde nuestro país diversos periodistas como José Crettaz, Laura Reina, Mariano Gaik  Aldrovandi entre otros.
Dividido en tres partes y un epilogo, el libro facilita su guarda y posibilita su consulta rápidamente. La primera parte abarca la semana mencionada, la segunda una breve pero salpimentada biografía del papa Francisco escrita por un periodista dedicado a la investigación seria y respetada, como es Hugo Alconada Mon que contó con la colaboración de Pablo Gaggero, Santiago Dapelo y Gabriel Di Nicola.
En la tercera parte se publican columnas de opinión, donde escriben sus opiniones precisamente, Marcos Politi, Abraham Skorka, Moisé Naín, Vittorio Messori, Carlos Pagni, Enrique Valiente Noailles, José María Poirier Lalanne, Jorge Fernández Díaz, Georg Sporschill, Eduardo Fidanza, Álvaro Abos, Luis Alberto Romero, José Ignacio López y Fernando Sández.
La publicación está ampliamente ilustrada con fotografías de distintos momentos en lo que hace a la vida de Francisco y de su estada en el Vaticano y su calidad de obispo de Roma. También con algunos hermosos dibujos referenciados a Bergoglio y el papado.
El Epílogo se titula “Esa noticia que perforó la piel de la Redacción” y está escrito por Carlos M. Reymundo Roberts. Es una nota sobre la cocina del diario, donde todos los periodista y gente que trabaja allí, estaba reunida a la espera de saber quién era el nuevo papa. Y lo que deparó a todos cuando se supo con certeza que había sido elegido Bergoglio. Considero que es una excelente nota epilogal, ya que la noticia los hizo gritar, aplaudir, llorar y, como bien lo cuenta el redactor de la misma, al final, “(…) Un diario caliente se hace con la sangre fría. (…) Como muy pocas veces sentimos que trabajamos para la historia” Y concluye con esta confesión: “Estoy a punto de tener la reacción menos periodística de todas. Me escondo en una salita. Necesito llorar a solas”. Desde todo punto de vista, una nota excelente.
COLOFÓN
Francisco ha emprendido una difícil tarea. No es fácil ocupar el lugar de Pedro al frente de la iglesia. Y hay que tener agallas y decisión y amor para remedar al santo de Asís. Aquel que escribió “No despreciaré a los que desprecian./ No maldeciré a los que maldicen./ No juzgaré a los que condenan./ No odiaré a los que explotan./ Amaré a los que no aman./ No excluiré a nadie de mi corazón”. Y también su famoso Cántico del Hermano Sol, cuando estaba enfermo y lo entonó por primera vez ante Fray León y Santa Clara: “(…) Loado sea por toda criatura, mi Señor,/ y en especial por el señor hermano sol/ que alumbra y abre el día, y es bello en su esplendor,/ y lleva por los cielos noticias de su Autor./ Y por la hermana luna de blanca luz menor/ y las estrellas claras que tu poder creó (…) / Y por la hermana agua (…)Por el hermano fuego (…) Y por la hermana tierra (…)”. El amor al prójimo, la falta de odio y rencor, el amor a todo lo que existe sea lo que fuere, cuando se trata de cantar y amar y por ende, cuidar el medio ambiente. Y la firmeza en la fe y en la Iglesia de Cristo que hoy preside. Podemos decir, citando a Dante que “Francisco (de Asís) joven noble, desafió a su padre por la dama que nadie abrió jamás la puerta con placer, esto es, la Pobreza, su esposa hasta la muerte.” Ese es el ejemplo que nuestro papa Francisco sigue sin dudas. Y por eso tomó por primera vez en la historia de la Iglesia, al ser ungido papa, el nombre del  “poverello” de Asís.        

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