viernes, 17 de septiembre de 2010

LOS NOVENTA AÑOS DE BRADBURY
Escribe Carlos Sforza*
Decir que Ray Bradbury ha cumplido noventa años es trivial. Lo es por cuanto sabemos de su longevidad y, sobre todo, de su actitud creadora que se ha batido en mil batallas con la escritura y ha salido triunfante de ellas.
Decir el nombre de Ray Bradbury es para muchos, hablar de una de las expresiones máximas de la ciencia ficción. Yo agregaría que es también hablar de un escritor de literatura fantástica y de un narrador que tiene cuentos y novelas de extraordinaria factura literaria no exenta, claro, de un sutil toque de poesía.
Tzvetan Todorov escribió que “la fantástico es la vacilación experimentada por un ser que no conoce más que las leyes naturales, frente a un acontecimiento aparentemente sobrenatural”. Y podríamos agregar que el narrador cuando afronta lo fantástico, transgrede esas leyes y se sumerge en un mundo donde todo es posible. Y muchas veces, como sucedió con Julio Verne y otros autores, esas transgresiones no son sino anticipaciones a hechos que luego sucederán.
Bradbury está en la línea de los grandes creadores de ciencia ficción o fantaciencia (como la llamaba Castellani). Y el puesto que ocupa entre los grandes autores del siglo pasado y de lo que va de éste, lo ha ganado con una obra continuada, en la que aparece la gran imaginación del creador y un trabajo constante y pertinaz.
No en vano se ha dicho que Bradbury “ha recorrido caminos disímiles: las rutas solitarias que atraviesan el corazón de los pueblos pequeños de su país, los senderos extraviados que llegan a lugares oscuros y peligrosos, y las veloces autopistas interestelares que se extienden sin límites por los planetas más lejanos. Maestro de los narradores norteamericanos, pionero de la fantaciencia, Ray Bradbury nos hace cerrar los ojos para llevarnos en un viaje vertiginoso a través de los mundos de su imaginación”.
Lo notable de este escritor es la soltura que tiene para presentar diversos tipos de literatura fantástica. Además de su nombrada “Crónicas marcianas” (1950), su nombre es reconocido en el mundo por su celebrada novela “Farenheid 451 (1953) que fue llevada al cine por F. Truffaut. Pero para quienes hemos seguido la trayectoria de la narrativa del autor estadounidense que nació en Waukegan, Illinois, en 1920, no nos son desconocidas sus incursiones por lo fantástico en obras celebradas como “Las doradas manzanas al sol”, “El hombre ilustrado”, “El país de octubre” que es un libro que a mí, personalmente, me gusta sobremanera.
El nonagenario escritor nos da varias pistas sobre lo que para él es la ciencia ficción, la literatura fantástica y las narraciones de anticipación, en un libro que nos muestra su pensamiento y nos devela un poco la vida del autor. Se trata de “FUEISERÁ” que subtituló “Respuestas obvias a futuros imposibles”. Afirma que a él las ideas le “llegan en silencio a la hora en que trato de despertarme y recordar cómo me llamo. Las ideas y las fantasías se sientan en el borde de mi cordura, me susurran al oído y luego, si no me despierto, me dan más de lo que ofrece cualquier gato: un buen golpe en la cabeza, lo que me lleva directamente a correr a mi máquina de escribir antes de que las ideas huyan o mueran o ambas cosas a la vez. En todo caso, hago que las ideas vengan a mí. Yo no voy a ellas (…)”.
Es interesantísimo el planteo que hace Bradbury con referencia a la influencia del arte, la arquitectura, el cine y otras expresiones como las ilustraciones, en la ciencia ficción. Habla de lo que ha significado y significa el cine en el crecimiento de la imaginación y tiene una gran fe en el porvenir de la ciencia ficción. Así afirma que algunos “Tal vez se sientan tentados a decir que aún falta lo peor. Sí, pero yo diría que también falta lo mejor. ¿Por qué no? La ciencia ficción sigue siendo la arquitectura de nuestros sueños y sus ilustraciones seguirán inspirando a la próxima generación de soñadores”. Cuando en 1997 publicó su libro “A ciegas”, en el San Antonio Express-News escribieron: “Ray Bradbury toma situaciones comunes y las transforma en extraordinarias. El tiempo no ha conseguido disminuir la voz elocuente y elegante de Bradbury, ni su vívida imaginación, que lo lleva a hacerse las preguntas más fascinantes, y a proveer las respuestas”.
La grandeza de Bradbury está en su gran imaginación y su capacidad de trabajo. Pensemos que este creador ha escrito también obras de teatro, guiones cinematográficos y guiones para radio y televisión. Y que a los noventa años de edad, continúa con sus grandes ilusiones que comenzaron en su juventud con obras cortas publicadas en revistas y luego, a partir de 1945, con la publicación de obras de ciencia ficción “en las que presenta una imagen despiadada y cáustica de lo que puede llegar a ser un mundo tecnificado, inhumano y brutal”. Esa imagen luego se suaviza y entra por otros cauces donde reina cierto optimismo y aparece una luz esperanzada para el futuro del hombre si sabe utilizar esa técnica para el bien de sí mismo y de sus semejantes.
Cabe consignar que la publicación en nuestro país de “Crónicas marcianas” se produjo por la editorial Minotauro fundada por “Paco” Porrúa en 1955, año en que se edita el libro de Bradbury con un profundo prólogo de Jorge Luis Borges.
La tenacidad por la escritura y los diseños del futuro de Bradbury, se pueden sintetizar en las palabras finales de su “Libro para inspirar a Curas, Rabinos y Pastores Desanimados” publicado en nuestro país por EMECÉ en 2001: “¡Miren!, el misterio se agita…/ ¡Ya vienen los topos humanos,/ Se alzan tras la máscara de Dios/ Atisbando desde sus madrigueras! Es lo que hacemos precisamente. En nuestras vidas. En nuestra ciencias ficciones. En nuestros sueños más queridos. En nuestras tecnologías. En nuestros futuros que, como resultado, se extenderán por siempre desde aquí a la Nebulosa de Orión, que debe ser una metáfora de nuestra existencia a través de todos los Tiempos Futuros. El resto no es silencio. Escribiré de esto, hablaré de esto, actuaré respecto de esto por el resto de mis días”.
Así piensa porque así es Ray Bradbury. Y este es mi homenaje en sus noventa años, como lector y admirador de su extensa y gran obra.
*Blog del autor: www.hablaelconde.blogspot.com

1 comentario:

  1. Celebro nuevamente lo comentado en la nota. Quienes hemos disfrutado la lectura de la obra de Bradbury, sabemos de lo grandioso de su aporte a la narrativa fantástica. Que no se agota solo en la ciencia ficción, sino que atraviesa de manera genial, los campos de la fantasía y el misterio. "Las doradas manzanas del sol", "El hombre ilustrado", "Fantasmas de lo nuevo"...son libros que a mi en particular, que me aconpañaron en mis primeros años de juventud, aportando magia a una etapa especial de la vida. Ojalá otros puedan disfrutar de esa magia, cuanto más placentero y simple sería...
    Nuevamente gracias al autor de la nota por el recuerdo de un grande de la narrativa universal.

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