viernes, 16 de abril de 2010

Sobre el placer

REIVINDICACIÓN DE UN FILÓSOFO
Marcos Aguinis reivindica a un filósofo tenido a menos por muchos estudiosos de tal disciplina o por seudos pensadores, Se trata de Epicuro, con quien se podrá estar o no de acuerdo, pero que dejó sentados principios fundamentales para la vida humana. En lo poco que ha quedado de sus escritos, dice entre otras cosas Epicuro que la muerte en nada nos pertenece: “La muerte es una quimera: cuando yo estoy, ella no está; y cuando ella está, yo no” (p. 58). Que me hace recordar a las reflexiones de San Agustín sobre el tiempo en sus “Confesiones”. Aguinis afirma que “Epicuro se dio cuenta de que el placer y la ética se complementan” (p. 59). Y es bueno que se recuerde a quien es considerado uno de los padres del hedonismo, por su pensamiento moral y placentero. Y no sólo por lo que muchos han dibujado (mal) de él.
AUTOBIOGRAFIA

Este ensayo tiene, evidentemente, un sabor y sentido autobiográfico. Como cuando recordando la música de “La leyenda del beso” (que escuchábamos en Victoria en la retreta de la Banda Municipal), se remonta a los pudores del primer beso que dio Marcos. O a su vocación musical.
Asimismo nos muestra su pensamiento no sólo sobre el placer, el sexo, la censura, sino también sobre temas tan actuales como la propaganda y la publicidad, haciendo la diferenciación entre la una y la otra. Y sobre lo que es tan actual en el mundo globalizado: el consumismo.
Para ello recurre a diversos pensadores, entre otros contemporáneos, a Zygmunt Bauman, el conocido autor de la saga que se inicia con “Modernidad líquida” y llega a “Mundo consumo. Ética del individuo en la aldea global”. Marcos Aguinis habla del pensamiento de Bauman y del paso del hecho de producir al de consumir. Allí lo relaciona con Colin Campbell para decir que el consumismo no siempre significa liberación y progreso. Estos autores acusan al consumismo “de ser una nueva forma de esclavitud” (p. 197).
Recuerda que el objetivo del consumismo es el placer y los productos son el medio. En la parte final de este sabroso ensayo, encontramos reflexiones sobre la felicidad, el progreso y los placeres que matan. Asimismo, en sus reflexiones finales nos habla del arte gracias al cual el hombre es creador como el Creador: “Logra elevarse a su imagen y semejanza”.
Este es un ensayo de Marcos Aguinis que se lee (a mí me pasó al menos) de un tirón. Porque más allá de estar o no de acuerdo con todas las afirmaciones del autor, es un libro sencillo en su forma, de fácil y amena lectura y que, al fin, no hace sino reivindicar su título: leerlo es un placer. Y por lo tanto su lectura es un verdadero elogio del placer.

No hay comentarios:

Publicar un comentario