viernes, 31 de mayo de 2013

"LA GUERRA DE LOS HUESOS"
 
La novela de Carlos Sforza, que ha recibido elogiosos comentarios de la crítica y lectores,
se presentará el próximo sábado 8 de junio, a las 20, en el Salón de la Sociedad Italiana
"Dante Alighieri" (Italia y 9 de Julio).
De la obra, escribió en "El Diario" (Paraná),Carlos Marín: "Amor, vida y muerte, son claves
en La guerra de los huesos, recientemente editada por el autor victoriense, en la cual demuestra
su manejo cabal del oficio de escritor y concreta un nuevo aporte a las letras de la provincia".

El acto de presentación, forma parte de los festejos del 150ª aniversario de la fundación de la Sociedad Italiana de Victoria (Entre Ríos).

lunes, 20 de mayo de 2013


UN POETA CÁLIDO Y DE CALIDAD
Escribe Carlos Sforza*
En varias ocasiones me he ocupado de la poesía de Jorge Isaías. Lo que sucede es que el “Turco”, como le decimos sus amigos y otros consecuentes seguidores de su obra, es un verdadero trabajador de la palabra. Y al decir trabajador va implícita, claro, su condición de creador, de hacedor de poesía.
A las últimas reediciones de anteriores libros, ahora suma uno nuevo (no publicado). Se trata de “Esas ramas altas” (editorial, Ciudad Gótica, contratapa de Ana Bugiolacchio, Rosario, abril de 20l3, 88 p.). El libro está dedicado “a la memoria de mi madre”.
Y digo en el título que es cálido, puesto que en los poemas que integran la obra se nota esa calidez que despierta rememorar momentos vividos, soñados, deseados, en el lar nativo (será sin dudas Los Quirquinchos), bajo la tutela y la memoria presente de la madre. Y digo de calidad, puesto que, una vez más, Jorge Isaías muestra a través de los versos que es un creador auténtico, es decir un poeta. Y al decir poeta o “el Poyetés”, hablamos del creador. Aristóteles escribió en su “Política”: “Entre los actos humanos, unos se refieren a lo necesario, a lo útil; los otros se refieren únicamente a lo bello. Es oportuno saber realizar lo necesario y lo útil; sin embargo, lo bello es superior a lo uno y a lo otro.” Y Hegel decía que “la poesía ha sido y es maestra de la Humanidad.”
En Jorge Isaías se ponen a prueba y se confirman esas afirmaciones escritas por dos filósofos distantes en el tiempo.
En “Esas ramas altas” asistimos a un verdadero juego poético; en ese juego se entrelazan los recuerdos, las vivencias y el paisaje exterior. Que es como darle corporeidad a lo que el poeta siente y vive. Estamos, creo, ante una poesía que no es sino una gran elegía. Es decir, pertenece a ese subgénero lírico  en que se expresan lamentaciones o se reviven momentos ya lejanos, de hechos que han marcado nuestra existencia y que se actualizan en base a la memoria y el amor por lo que ya no está con nosotros.
El poemario de Jorge, “el Turco, se inicia con un poema donde prevalecen los versos de arte menor, y que indaga por su esencia original: “”Nunca sabré/ quién fui/ qué desiertos/ cruzaron otros/ transidos de fe/ agotados de cansancio/ sedientos/ caídos/ en la arena calcinada/ por el sol/ de todos los eneros./ Nunca sabrán por dónde anduve/ quien bebió/ conmigo/ de qué países/ volví/ como vuelve/ un ciego/ o un derrotado” (p.7).
De esa llamémosla, búsqueda de sí mismo en sus ancestros, se prende en el inicio del poemario para luego asentar sus reales en esta tierra, en su lugar primero en el mundo: Santa Fe. Y allí despliega toda su calidad poética en versos que eluden en su mayoría, la puntuación y se nutren de un ritmo interior que quien accede a ellos, lo encuentra de inmediato.
Son poemas que se leen como si se rezaran. Poemas donde los árboles juegan un papel importante. Donde el ocre del otoño se enseñorea a su gusto. Donde ni los vientos pueden arrancarlo del recuerdo y las vivencias: “Lo vientos/ que azotaron/ esa ventana/ con los goznes/ comidos/ por el óxido/ tuvieron la impiedad de los años/ idos/ pero no lograron/ sacarme/ de la memoria/ en donde estás.” (p.54). A la vez, Isaías hace una cerrada defensa poética de lo que realiza el creador: “Vinieron/ a decirme/ que no querían/ saber nada/ de mí/ de mis versos/ de mis historias/ totalmente inventadas/ según ellos./ Fueron intolerantes/ no me quedó sino el exilio/ pues la condena/ a la cicuta/ me pareció/ una honra enorme/ para mí/ ya que/ antes que yo/ la frecuentaron/ grandes filósofos/ para dar testimonio/ donde nació/ la cultura.” (p. 55)
Los recuerdos se suceden en versos sencillos en cuanto a que eluden todo oropel superfluo. Así esos lugares frecuentados en la infancia junto a su perro. Versos que producen una especial ternura en quien los lee: “No crucé/ esta tarde/ aquella sombra/ de esos eucaliptos/ que bordean/ aquel callejón/ perdido./ El callejón/ donde corrieron/ los cuises presurosos/ perseguidos por aquel/ perrito blanco/ rabón/ compañero para siempre/ pegado a la matriz/ más fiel de mi memoria” (p. 61).
Toda una gran elegía donde no falta nada. Y no sobra nada. Un hermoso libro que no hace sino reiterar la calidad poética de Jorge Isaías.       
    
 
  

domingo, 12 de mayo de 2013


LA GRAN AUSENTE
Escribe Carlos Sforza*
Desde el jueves 25 de abril y hasta el lunes 13 de mayo, se desarrolla en el predio de la Rural de Buenos Aires, la 39ª edición de la Feria Internacional del Libro. Es un acontecimiento de gran importancia cultural habida cuenta que en la misma desfilan escritores argentinos y extranjeros, se exponen libros de todo tipo por editoriales, instituciones y provincias argentinas.
El lema de este año es “Libros como puentes”. Y ello significa que los libros sirven para unir a las personas y a los pueblos. Desde que aparecieron los libros, se convirtieron en uno de los instrumentos indispensables para transmitir cultura. Y así se ha demostrado a lo largo de la historia. Y la Feria del Libro, que quiere crear puentes, es uno de los espacios en la Argentina problemática y problematizada de hoy que trae una especie de bonanza a través de la cultura que emana de los libros, del contacto personal con los escritores asistentes, de la muestra que cada editorial, la SADE, instituciones oficiales y privadas y algunas provincias, presentan y promueven. Y también a través de los libros que ellos editan. Es un encuentro con el otro. Se entabla un diálogo (puente) entre el autor y el lector.
El escritor español Arturo Pérez-Reverte que asiste a esta Feria, ha dicho que “(…) El escritor es alguien que tiene un mundo  intelectual, que desarrolla escribiéndolo, en distintas modalidades. En cambio el novelista cuenta historias… y esto lo distingue del escritor, porque no todo escritor cuenta historias. Esto hace que muchas veces surja el problema de que el escritor se crea capaz de contar historias. (…).”
En la Feria del Libro se encuentran libros de diversa índole: para niños, científicos, de filosofía, de autoayuda, de poesía y, obviamente, novelas. El autor de “El tango de la Guardia Vieja”, novela que Pérez-Reverte vino a presentar en la Feria, afirma también que “(…) hay que remarcar  que el lector nunca ha tenido tantas posibilidades de elección como hoy día, porque junto a esos clásicos hay una novela actual y moderna que se edita  con mucha profusión y es buenísima (…)”. Y precisamente la oferta se muestra mucho en la Feria de Buenos Aires.
AUSENTE
Lamentablemente la provincia de Entre Ríos, que ha participado activamente en anteriores ediciones de la Feria del libro, este año está ausente.
No sabemos a ciencia cierta cuál es la causa real de esa ausencia. Lo cierto es que no hay stand de la Editorial de Entre Ríos, la provincia no ha auspiciado ningún acto con la presencia de escritores y hacedores de cultura entrerrianos. Ello es de lamentar puesto que nuestra provincia ha dado y tiene actualmente, buena cantidad de escritores de calidad en los distintos géneros, que no están presentes en la Feria como sí lo han estado otros años.
Cuando se dedicaba un día a cada provincia, Entre Ríos motorizaba a la Editorial, a los escritores, se presentaban los libros ganadores del Premio Literario “Fray Mocho”, que es el mayor galardón que otorga la provincia a sus escritores y se difundía el quehacer de aquellos autores y creadores que no están en el puerto de Buenos Aires, sino que trabajan, muchas veces silenciosamente, en el territorio provincial.
Yo tengo presente, por ejemplo, cuando en la década del noventa me tocó presentar en la Feria, la novela de Tuky Carboni, “El tan deseado rostro”, ganadora del Premio “Fray Mocho”, o cuando se presentó mi ensayo “Luis Gorosito Heredia y su catarsis fluvial”, también ganador del citado premio en género ensayo. O cuando junto a Rosa Sobrón y Héctor Izaguirre compartimos una mesa sobre literatura entrerriana que coordinó Roberto Romani. O cuando compartimos mesas de expositores con Emma Barrandeguy, Marta Zamarripa, Atilio Jorge Castelpoggi, Graciela Maturo, entre otros.
Además hay que tener en cuenta que Entre Ríos tiene por ley la Editorial, el Premio Literario “Fray Mocho”, el Premio al Mérito Artístico. Es un ejemplo para otras jurisdicciones y muchos escritores, en reuniones nacionales de la SADE, se asombranban cuando les informábamos de esos logros entrerrianos. Hechos y mantenidos durante gobiernos de distinto signo político. No sé si actualmente funciona el Consejo Asesor de la Editorial de Entre Ríos, integrado por escritores de distintos géneros y que está dentro de la reglamentación de la Editorial. Es un cargo ad honoren y a mí me tocó integrarlo, nombrado por decreto, durante el gobierno radical de Montiel y el gobierno peronista de Busti.
Lo cierto es que todo esto viene a cuento, ante la gran ausente de la edición 39ª de la Feria Internacional del Libro: la provincia de Entre Ríos.   

miércoles, 8 de mayo de 2013

Presentación

Dentro de los actos organizados por la Sociedad Italiana "Dante Alighieri" con motivo de sus 150 años, se ha programado para el 8 de junio próximo, la presentación en el salón de actos de la institución, de la novela "La guerra de los huesos" de Carlos Sforza. Tendrá a su cargo la presentación el periodista y docente universitario Licenciado Carlos Marín de la ciudad de Paraná.
El autor firmará ejemplares de su sexta novela a quienes lo deseen.

domingo, 5 de mayo de 2013

Ilustración Tapa Novela de Sforza

 
Óleo de Ruth Sverdlov  que ilustra la tapa de la novela 
"La Guerra de los Huesos" de Carlos Sforza. 

miércoles, 1 de mayo de 2013


UNA MUERTE ANUNCIADA Y SENTIDA
Escribe Carlos Sforza*
En la madrugada del 24 de abril, cuando transitaba sus 93 años, se produjo una muerte anunciada: la de Juan José Manauta. Y a la vez una muerte no por anunciada, menos sentida. Porque el escritor entrerriano que falleció en Buenos Aires, estaba muy enfermo, de allí, y con 93 años bien trajinados, no sería novedad esa muerte. Pero, a la vez, quienes compartimos con él muchos momentos imborrables, y a la vez éramos sus amigos, sentimos su muerte.
TRAYECTORIA
Juan José Manauta se graduó de maestro en la Escuela Normal “Ernesto A. Bavio” de Gualeguay y posteriormente recibió el título de Profesor en Letras en la Facultad de Humanidades de la Universidad Nacional de La Plata. Lo notable es que no ejerció la actividad docente para las que se había preparado en la escuela secundaria y en la universidad. Su vida transitó por diversos trabajos como el de obrero de imprenta, corrector de pruebas, empleado de seguros, corredor de libros, guionista de cine, periodista que lo ocupó más años que los demás. Y, por supuesto, escritor.
Larga, fructífera y reconocida labor de escritor, Manauta publicó poesías, cuentos, novelas. Su recordada novela “Las tierras blancas” lo ubica al decir del recordado Julio Pedrazzoli, “(…) como el más importante iniciador de la novela testimonial en nuestro país y en Latinoamérica (…) Su narrativa avanza decididamente hacia la denuncia social, sin perder, en ningún momento, la atmósfera lírica que caracteriza toda su producción”. Precisamente esa novela fue llevada al cine y protagonizada por Hugo del Carril.
Publicó numerosos libros: “La mujer de silencio” (poesía, 1944), “Los aventados” (novela, 1952),”Entre dos ríos” (poesía, 1956) “Las tierras blancas” (novela, 1956), “Papá José” (novela, 1958), “Cuentos para la Dueña Dolorida” (cuentos, 1961), “Puro cuento” (novela, 1971), “Los degolladores” (cuentos, 1980), “Disparos en la calle” cuentos, 1985), “Colinas de Octubre” (cuentos, 1995), “El llevador de almas” (cuentos, 1998).
Ha recibido los más importantes premios literarios por sus obras. En dos ocasiones la Faja de Honor de la SADE, Premio del Fondo Nacional de las Artes, nominado por la Fundación Konex en cuento, Premio al Mérito Artístico de la Provincia de Entre Ríos. En 1993 ganó con su entonces libro inédito “Colinas de Octubre” el Premio Literario “Fray Mocho” (género cuento), otorgado por un jurado que integraron Isidoro Blaisten, Luis Sadí Grosso y José Luis Vítori. Hace muy poco tiempo la Universidad de Entre Ríos le otorgo el “Honoris Causa”.  
CUENTOS COMPLETOS
Anteriormente a esta última distinción, la UNER a través de la Editorial de la Universidad (EDUNER) publicó un muy trabajado y excelentemente editado libro que reúne todos los cuentos de Juan José Manauta e incluye el libro inédito “Primavera sin alcohol”, cuya revisión literaria estuvo a cargo del poeta, cuentista y  crítico de Concepción del Uruguay, Héctor Izaguirre, obra que fue revisada y ordenada por el propio Manauta. Quiero consignar, asimismo, que la Directora de EDUNER es la activa Licenciada María Elena Lothringer y el libro de 480 páginas, tapa dura, publicado en noviembre de 2006, tiene como apéndice fotografías y notas referidas a la obra del autor, de Héctor P. Agosti, Juan L. Ortiz, Manuel Mujica Láinez.
APRECIACIÓN
Con Juan José Manauta hemos compartido diversas instancias en lo que ha sido una amistad larga y fecunda. Con él estuvimos presentando un libro de una escritora de Gualeguay, en esa ciudad. También compartí felices momentos cuando recibí la Faja de Honor de la SADE en Buenos Aires, y él era miembro de la Comisión Directiva Central. Estuve en otras ocasiones en reuniones de escritores convocados por la SADE. Y la última en que compartí su compañía fue en el último Encuentro de Escritores, en Concepción del Uruguay, que convocara la SADE de esa ciudad junto a EDUNER.
Carlos Dámaso Martínez  dice que “En la narrativa del nuevo realismo  -fuertemente influido por la literatura norteaméricana, Ernest Hemingway, John Dos Passos, William Faulkner ( …) se va a expresar en la llama generación del 55. Algunos de los libros de estos escritores serán adaptados al cine: (…) Juan José Manauta, entre otros.” (Historia Crítica de la Literatura Argentina, T,10, p. 282).
Diría que Juan José Manauta, más allá del realismo socialista que impregnó algunas de sus narraciones, es un digno representante de la literatura argentina. En “Colinas de Octubre” traza una serie de relatos donde la ficción se mezcla con la historia, en las jornadas de las guerras jordanistas.
Hombre acostumbrado a tratar temas que son testimonio del desamparo, no sólo lo hizo con personajes de nuestra provincia, en la que abrevó muchísimas veces, sino en el desarraigo y discriminación de personajes de Buenos Aires.
Como dato ilustrativo de la presencia literaria de Manauta, es interesante saber que en el Capítulo 40 de “Rayuela” de Julio Cortázar, el personaje Talita discute sobre diversos temas y entre ellos entra el entrerriano: “Pero Talita era más intransigente (característica propia de la indiferencia) y exigía adhesiones a corto plazo: la pintura de Clorindo Testa, por ejemplo, o las películas de Torres Nilsson. Se armaban terribles discusiones sobre Bioy Casares, David Viñas, el padre Castellani, Manauta y la política de YPF.” (Rayuela, pp.266/267).
Ha muerto uno de nuestros grandes escritores. Y en este trance, reitero, no por anunciada es menos sentida su muerte.
Juan José Manauta nació en Gualeguay en 1919.